1ª Ruta: Gastro-Ruta Pallares

Si no te gusta la música pincha en la imagen

CARACTERÍSTICAS DEL PATEO

Fecha de la ruta	Diciembre 2019
Distancia	11,4 kms.
Tiempo empleado	3,30 h. (con paradas para comer y fotos).
Trazado	Circular
Comienzo	Pabellón de Deportes de Pallares.
Final	Lugar de inicio.
Dificultad	Fácil
Recomendación	Apuntarse rápido que se agotan las plazas muy pronto
Ruta en wikiloc	Descargar

Pincha en las imágenes para verlas más grandes

Esta ruta pasa por fincas privadas y para hacerla hay que apuntarse antes y realizarla con los organizadores. Hay dos al año normalmente y garantizo que se come más que se quema desde el principio hasta el final. Hemos conocido esta ruta a través de una compañera de trabajo y hemos animado a otros a hacerla. Magnífico día de campo, aunque nos hemos mojado a causa de la lluvia en algunos instantes. Este evento está organizado por la Hermandad San Isidro de Pallares en colaboración con el Ayto. de la localidad (ampliar información).

Empezamos en el Pabellón de Deportes de Pallares. Ahí nos dieron un café con dulces caseros.

En la puerta del Pabellón.

Después de patear un par de calles por el pueblo la ruta nos lleva a las dehesas.

Pateamos entre ganado vacuno y encinas.

Alguna de las que iban en nuestro grupo se hizo fotos con las vacas y sus terneros.

Vamos cruzando una dehesa, campo a través a veces y otras por sendero.

Nos acercamos al primer punto de avituallamiento dónde nos dan...

... naranjas. Algunas cogieron para el camino. Ja, ja, ja.

Continuamos el sendero pero esta vez entre ganado porcino.

El grupo, que es enorme (400 personas de todas las edades), se va disgregando conforme vamos avanzando.

Mi compi no está mirando el paisaje, está regando el campo. Ja, ja, ja.

Se nota que la gente va disfrutando esta ruta.

Comedero de ganado en otra finca por la cual pasamos.

Bonita imagen de la finca.

En este punto la gente decide si se vuelve al pueblo (ruta corta) o sigue adelante (ruta larga). Nosotros decidimos la larga. No cabía otra posibilidad en nuestra mente. Esta es la cara de felicidad que se nos puso en la fila del segundo punto de avituallamiento donde nos entregaron vaso de vino de pitarra y bocata de jamón. Hubo quien repitíó  y otros cogieron...

...para el camino.

A nuestra derecha podemos ver algunas colmenas.

Subiendo al punto más alto de la ruta con Pallares al fondo.

El punto más alto de la ruta: el Cerro de la Matilla. Aclaramos que momentos antes nos han dado dulce de membrillo con nueces para reponer los niveles de azúcar y de michelines en un nuevo punto de avituallamiento.

Vista de Pallares desde el Cerro de la Matilla.

Bajando del Cerro de la Matilla.

La lluvia aprieta un poco y necesitamos protegernos un poco más.

Lo siento, pero hacer fotos sin las gafas de leer me impidió ver que la lente estaba empañada.

Momento zapato roto en plena ruta. Reparación hecha con cinta americana. Montañeros preparados valen por dos.

Otro punto para comer. Aquí se come más que se anda. Desde luego la organización es impecable.

Nosotros no perdemos puntada.

Continuamos por este saltadero preparado para evitar riesgos de accidentes. Hay que tener en cuenta que viene gente de muy diversas edades. Añadir que ponen un todoterreno preparado para cualquier incidente que pudiera producirse en esta ruta.

Bonito el paisaje que vamos disfrutando mientras andamos. La temperatura está siendo ideal para ello.

Aquí muere la ruta, donde dejamos de patear pero no de comer. Garbanzos en los calderos y con pringá para mojar. Estamos de vuelta en el Pabellón de Deportes de Pallares. Algunos dicen que vienen hambrientos, ¡serán joiosporculos!

La organización suministra una bebida y plato de garbanzos con ensalada. Toda la demás bebida hay que pagarla a parte. Un botellín de cerveza 1 €. ¡Echa botellines ahí! Mi camisa mojada entre lluvia y sudor.

Foto de compis de ruta.

Ticket de comida: los garbanzos de los calderos.

Los garbanzos, cojonudos, hechos en calderos y a fuego de leña con su ensalada para rebajar la grasa. Así no engorda. Ja, ja, ja.

Amortizando los 8€.

El benjamín del grupo con sus garbanzos comiéndoselos así para no mancharse. Un tío listo, diga lo que diga la madre.

Uno, dos y tres y "padentro", sin perder "puntá" que se enfría. Al fondo un DJ que anima a la gente a bailar para rebajar lo ingerido. Pero si alguien pensaba que lo de comer acababa aquí está muy equivocado porque un poco más tarde dieron café con dulces caseros de nuevo. Lo que se dice un "nopará de comé".

Cuando he preguntado a los miembros de nuestro grupo si volvemos en la próxima edición ésta es la expresión facial que recibí como respuesta. Juzgad vosotros.

Damos las gracias a la organización por el esfuerzo realizado y les animamos a que continúen.