CARACTERÍSTICAS DEL PATEO
Fecha de la ruta | Enero-2025. |
Distancia | 5,9 kms. |
Tiempo empleado | 3,35 h. (con paradas y fotos). |
Trazado | Circular. |
Comienzo | Ctra. Benamahoma-Grazalema (A. R. Los Llanos del Campo). |
Final | Lugar de origen. |
Dificultad | Fácil. |
Recomendación | Se puede hacer con niños. |
Ruta en wikiloc | Descargar |
Hace tiempo que no subíamos una rutilla. En esta ocasión nos hemos juntado varias parejas que socializamos en Benamahoma, una pareja del Puerto de Santa María, otra de Jerez, otra de Dos Hermanas, otra de Castilleja de la Cuesta y dos de Benamahoma. Algunos de ellos no están muy acostumbrados a "patear", ni pueden realizar sobreesfuerzos, así que el guía, que es local, ha elegido esta ruta para que podamos disfrutarla todos. Nosotros nos hemos "enchufao" a realizarla de casualidad. Allá vamos. Empezamos en el A. R. Los Llanos del Campo de Benamahoma.
Foto de grupo antes de empezar.
Entramos en el área recreativa.
Vamos a coger el sendero del Tesorillo.
El guía va comprobando que el rebaño va por donde debe.
Esta parte es muy fácil de seguir y va en sentido ascendente.
Se pasa por un pinsapo, a la izquierda del camino en subida. Hay un banquito para admirar el mismo y ya hay dos que lo han cogido "pa descansá"... ¡y acabamos de empezar! Ojú...
Seguimos adelante y conforme avanzamos nos vamos desperdigando un poquito.
Lo más importante, "rajá" en el camino todo lo que se pueda, ja, ja, ja.
Bonita imagen de "El Tesorillo".
En este punto nos reagrupamos y el guía aprovecha para dar las pertinentes explicaciones de la zona en la que nos encontramos.
Este quejigo es asombroso.
Visto el lugar volvemos sobre nuestros pasos, unos metros, y continuamos hacia arriba, por el camino que llevábamos.
La pendiente es un poco más pronunciada, pero poco.
Aquí se aprecia que vamos por una calzada romana.
Esta cuestecilla, con barro, es de resbalón seguro. Hay que subirla con cuidado...
... y en eso andamos.
Nos salimos un poco del sendero que llevamos, en este punto, para acortar. ¡Claro, llevamos guía experimentado! Antes de este punto, hicimos una parada, donde se nos contó una anécdota del padre de uno de los que nos acompañan por estos lares con un toro. De esa historia salió una cancioncilla, que se cantó por dos miembros de la expedición, y aunque creíamos que la habíamos grabado en vídeo, no fue así. Una lástima, ¿verdad Pepa? ja, ja, ja.
No busques a tu mujer. Viene "rajando" con la mía ahí detrás.
Ya estamos en el llamado LLano Grande.
Si yo hago la foto, ¿quién falta de este grupo?
Ea, nos vamos. En este lugar jugaban mucho los chavales, y no tan chavales, de Benamahoma al fútbol.
Salimos a la carretera por esta angarilla.
Tras cruzar la angarilla nos tiramos a la derecha y andamos un rato por la carretera.
Vamos caminando hasta que nos encontramos la entrada, en la izquierda de la carretera, al llamado Torviscalejo.
Aquí el sendero es más angosto y en una bifurcación, hay que coger el sendero que va en descenso.
Como ya es habitual, foto-protesta de la basura de otros.
El sendero se va abriendo poco a poco.
El último alcornoque de la zona. Me refiero al árbol de detrás de estos cuatro, ja, ja, ja.
No sé ni por qué hice esta foto, pero como han salido muy "monas" la dejo.
Bonito helecho en el tronco de un quejigo.
Este tronco tenemos que verlo nuevamente en la vuelta, es decir, nos desviamos de una circular para hacer una lineal hasta la "Lagunilla" (yo la conozco como el Perezoso del Alacrán).
Llegando a la Lagunilla.
La Lagunilla o Perezoso del Alacrán.
En este punto, decidimos, como quien no quiere la cosa, subir a un mirador desde el que se puede ver el Corredor del Boyar y el Cerro de las Cuevas.
Ea, "p'arriba" otra vez. Abriendo camino la del brazo en cabestrillo. ¡Más hace el que quiere que el que puede!
El camino se va cerrando. Se nota que no se limpia el monte y que cada vez pasa menos gente por este sendero.
Esto es la jungla, ja, ja, ja.
Bonito mirador.
A la izquierda tenemos el Torreón y a la derecha el Cerro de las Cuevas.
Volvemos sobre nuestros pasos a la Lagunilla.
La primera para subir y la primera para bajar. ¡¡¡ESA FATI, OÉ!!!
Ya dije que teníamos que pasar por aquí nuevamente.
Vamos descendiendo sin dificultad alguna.
Algunos están "esmayaos" y se tiran a los frutos rojos del bosque.
Otra encina cabritera, o cabrera, en el camino.
Cruzando el Llano del Berral.
El grupo se desperdiga visualizando el final de la ruta y, sobre todo, ¡¡¡AL OLOR DE LA CERVEZA!!!, ja, ja, ja.
Fin de ruta.
Reponiendo el desgaste rutero. El sobreesfuerzo merece una recompensa.
Precioso recorrido y sobre todo en muy buena compañía, los comentarios están sembraos
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